ONDAS NATURALES
LAS LÍNEAS HARTMANN
Las líneas Hartmann conforman una red de fuerza, también conocida como red Hartmann, en forma de cuadrícula orientada norte-sur.
Las líneas de esta cuadrícula están alineadas norte-sur cada 2 metros y este-oeste cada 2.50 metros aproximadamente. No se trata de una cuadrícula perfectamente regular, sino que puede sufrir fluctuaciones, distorsiones locales o leves desviaciones debidas a la presencia de elementos geológicos como fallas o corrientes de agua subterránea, o bien por el influjo de masas metálicas importantes, como la estructura de un edificio, la caldera en un sótano, etc.
Las líneas Hartmann tienen una anchura de unos 21 cm, aunque esta medida también es variable en función de la composición local del subsuelo o de la concurrencia de determinados fenómenos naturales, como pueden ser los terremotos, que ocasionan importantes alteraciones en el campo magnético terrestre.
Las líneas Hartmann forman paredes invisibles verticales que cubren toda la superficie terrestre. Estas tramas energéticas tienen efecto a una altura considerable y atraviesan cualquier tipo de material, por lo que afectan tanto a las viviendas de planta baja como a las de un piso 20 y superiores.
En las zonas de cruce de la cuadrícula se forman zonas especialmente geopatógenas, es decir, con efectos potencialmente nocivos para la salud si se permanece en ellas durante muchas horas al día.
Por el contrario, las zonas situadas entre estas líneas geométricas son consideradas zonas neutras, es decir, zonas donde no se registran alteraciones en el campo magnético natural terrestre. Estas zonas intermedias en medio de la red Hartmann no tienen efectos nocivos sobre la salud de los seres vivos.
Las líneas Hartmann son la manifestación física de la interacción de dos tipos de energías: la energía telúrica (del latín Tellus, la Tierra), es decir, la procedente del núcleo de nuestro planeta, y la energía cósmica, es decir, la procedente del fondo del cosmos y que se refleja o refracta sobre la corteza terrestre.
LAS LÍNEAS CURRY
Las líneas Curry llevan el nombre del Dr. Curry, un médico americano nacido en Munich en 1899, en honor a su publicación en el año 1952. No obstante, fue descubierta por Siegfried Wittmann en 1950.
La red Curry es una cuadrícula diagonal a la red Hartmann. Son unas rectas con orientación noreste-suroeste y noroeste-sureste con una separación entre una línea y la siguiente de entre 4 y 16 metros. La intensidad de sus radiaciones se incrementa en los puntos donde se cruzan sus dos orientaciones.
Su intensidad se ve influenciada por el ciclo solar, incrementándose durante la noche. En este sentido, las principales afectaciones a la salud pueden producirse por la noche durante el sueño, habitualmente en forma de insomnio, para las personas que descansan en la vertical de los cruces Curry. Igualmente, su intensidad también se incrementa en las noches de luna llena.
CORRIENTES DE AGUA SUBTERRÁNEA
El planeta tierra está formado por un 70% de agua por eso se le denomina planeta azul. La “vida” del agua está siempre en constante transformación, la podemos encontrar en las corrientes subterráneas, ríos, lagos, mares, pantanos, fuentes, pozos naturales, en forma de vapor (nubes) o sólida en forma de hielo mayoritariamente en los polos.
En Geobiología existe una especial atención a las corrientes de agua subterránea, no es tanto el agua en sí mismo, sino que tiene que ver y está ligado a la electricidad y el electromagnetismo natural de la Tierra.
La tierra es un gran generador eléctrico, y su campo magnético que tiene fuerza como para atrapar una aguja de metal (brújula), también tiene una fuerza que induce sobre la biología del cuerpo, casi todas las células tienen polarización, tienen su norte y sur, y utilizan ese magnetismo de la Tierra como referencia para su equilibrio.
Allí donde pasa agua subterránea lo que nos encontramos es que hay zonas, vetas o franjas donde circula preferentemente la electricidad natural de ese electromagnetismo de la Tierra y artificial si hay alguna línea de alta tensión cercana, la pérdida de esa línea circulará preferentemente por donde haya agua subterránea.
Una de las pruebas que se hizo en el año 1950, para demostrar «científicamente» que ocurría algo con la presencia de agua subterránea, consistía en colocar un electrodo en el omóplato, otro electrodo en la mano, y un voltímetro a nivel del codo (no importa donde se colocaba pero debía estar lógicamente conectado a esos dos electrodos) con una pequeña tensión eléctrica, cuando la persona va caminando, y cruza una corriente de agua subterránea hay una descarga eléctrica, es decir, hay un cambio de potencial eléctrico entre la mano y el omoplato.
Esa variación de potencial eléctrico es mínima, del orden de milivoltios, y es susceptible de crear micro reacciones musculares.
Eso explica el porqué los Zahoríes pueden detectar las corrientes de agua subterránea, porque cogen unas varillas en forma de L o un péndulo y en ese lugar hay algo que a la musculatura le produce una micro tensión, se nota una alteración del campo magnético, en algunas ocasiones una simple brújula sirve.
La fricción del agua subterránea en movimientos contra las superficies que la limitan, producen corrientes eléctricas que se desplazan en el mismo sentido que el agua generando así un campo magnético.
El agua es poco permeable al magnetismo (diamagnética), lo cual trae como consecuencia una mayor concentración de líneas de campo magnético terrestre en los bordes de agua.
Estas energías podrían ser negativas para algunas personas, animales o plantas, en especial cuando coinciden con cruces de líneas Hartmann o cruces de la red diagonal Curry, fallas, etc., pudiendo originar malestares según sea la intensidad de la energía emitida y el tiempo que se esté expuesto a ella.